Recién obtenida de manos de SM el Rey Alfonso XIII la distinción de ‘Real’, la directiva que presidía don Luis Pardo se propuso dotar de una bandera oficial que representase al club bajo esta nueva identidad. La encargada de su confección y bordado fue Francisca Escudero Delgado, una joven de nuestra ciudad. En algún momento puntual pudo haberle ayudado Josefina, hija del presidente, que más tarde sería la madrina en el acto de bendecirla.
La tela elegida fue de raso color rojo, traída expresamente desde Valencia y se le dio un gran tamaño.
Una vez terminada, se organizó un acto para efectuar su bendición con toda solemnidad. El domingo 20 de septiembre de 1925 se organizaron varios actos deportivos en el Campo de La Condomina, incluyendo un encuentro de fútbol entre el Real Murcia y una Selección local. Sobre el terreno de juego se dibujó el escudo del club y se colocó un altar para bendecir la bandera, tras lo cual se entregó a la madrina Josefina Pardo y ésta se trasladó a la tribuna para sentarse junto a diversas señoritas que la acompañaron.
En muchísima efemérides que vivió el Real Murcia la bandera siempre estuvo presente, en la celebración de ascensos allí aparecía enarbolada sobre el terreno de juego.
Transcurrieron casi 50 años, hasta que en el verano de 1971 con ocasión del traslado de la sede social del club se echó en falta la bandera, no aparecía en las instalaciones. El entonces presidente Moreno Jiménez encargó en Lorca la confección de una nueva, a la vez que trasladó a Josefina Pardo el ofrecimiento de volver a ser la madrina, a lo que de nuevo se comprometió. De esta forma, en los prolegómenos del encuentro amistoso frente al Vitoria de Setúbal el jueves 1 de junio de 1972, la nueva enseña fue bendecida.
Pero apenas dos meses después apareció la vieja bandera y entregada al club. De esta forma el Real Murcia se encontró con dos ejemplares aunque al día de hoy y desde hace décadas no se sabe nada de ellas, ambas están desaparecidas.
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