El partido de Copa del Rey entre el Real Murcia y el Real Betis tuvo un momento especialmente emotivo antes del inicio, cuando Carlos Alcaraz fue el encargado de realizar el saque de honor en el estadio Enrique Roca de Murcia, en un acto de reconocimiento de la ciudad, de su tierra y del propio club grana a su extraordinaria trayectoria deportiva.
El tenista murciano, actual número uno del tenis mundial, saltó al césped entre una cerrada ovación de los más de 31.000 aficionados presentes en las gradas. El público se puso en pie para rendir homenaje al que ya es considerado el mayor emblema deportivo de la Región de Murcia en el mundo, símbolo de talento, esfuerzo y éxito internacional.
El gesto del Real Murcia y de la ciudad de Murcia quiso poner en valor no solo los logros deportivos de Alcaraz, sino también su permanente vínculo con su tierra natal, a la que siempre ha representado con orgullo en los escenarios más importantes del deporte mundial.
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